Artículo de Sergio Piccirilli.
Todos conocemos a Corea.
Este país, ubicado en el extremo nororiental del continente asiático, tiene casi 50 millones de habitantes. Su superficie es de unos 100 mil metros cuadrados. La Capital es Seúl. Su moneda es el won y la mayor parte de la población practica el budismo y la menor… eh…
-Pssst… Pssst… Joven… Muchacho…
-¿Me dice a mí?
-Sí… venga un minutito, por favor…
-Un segundito… enseguida vuelvo…
(Diálogo casi inaudible).
-¿Entendió?
-Clarísimo… ahora lo arreglo…
Como les iba diciendo…
Corea no sólo es un país sino también un músico… que en este caso practica la cientología y su superficie ha ido aumentando con el paso de los años…
-Me parecía raro… el país no podía ser…
¿Cómo se iba a presentar un país entero en el diminuto escenario del local de la Virgin de la Ciudad de Hollywood ubicado al lado del Kodak Theater, lugar en donde anualmente se entregan los premios Oscars, eh?
Confusiones al margen, el 12 de febrero Chick Corea presentó, en un show exclusivo, su nuevo disco The Ultimate Adventure y lo hizo en… el diminuto escenario del local de la Virgin de la Ciudad de Hollywood ubicado… donde dijimos antes.
La cita fue para la prensa especializada.
También unos pocos invitados… y bastantes curiosos y… numerosos colados y… muchos más.
Por suerte logramos acreditarnos en… uno de esos grupos.
Este tipo de eventos son frecuentes en los Estados Unidos. Es habitual que un músico consagrado presente de esta forma su nuevo disco o su nuevo grupo o su nueva dentadura o su nuevo… pasado (no se ría, aquí eso también es posible).
Así ocurrió con Corea (el músico) en su presentación en el diminuto escenario del local de la Virgin de la ciudad… antes mencionada…
¿Se imagina usted al petiso de lentes corriendo los muebles del local de Vital Records (casa central) para un espectáculo como este?
Bueno, los memoriosos recordarán que allí todo era posible.
La convocatoria para este show era en el insólito horario de las 2:30 PM. En el diminuto escenario del local de… del que ya hablamos...
Todo estaba dispuesto. Somos una parte del todo.
Chick Corea no necesita presentaciones. Sería absolutamente innecesario decir que nació en 1941 en Chelsea, Massachusetts y que su nombre real es Anthony Armando Corea.
Para qué decir que Chick proviene de una familia de músicos… y que tal vez por eso no deba sorprender que apenas cuatro años después ya tocara el piano (lo sorprendente hubiese sido que lo tocara cuatro años antes). Igualmente redundante sería mencionar que Corea fusionó el jazz con ritmos latinos a principios de los '60 trabajando con Mongo Santamaría. O que luego se incorporó a las bandas de Stan Getz y Herbie Mann. O que más tarde, en 1969, ingresó en la banda de Miles Davis para convertirse en uno de los pioneros en la utilización de teclados eléctricos. ¿Para qué agregar entonces que en los setenta constituyó Return to Forever y en los ochenta la Elektric Band? O que en el medio, durante y después toco con todo el mundo y en distintos estilos y corrientes, del jazz acústico a la música eléctrica, de la música clásica al latin jazz, ¿eh?
Así, hasta llegar a las 2:30 PM del 12 de febrero en el diminuto escenario de… etc., etc., etc.…
Clima tranquilo a excepción de unos traviesos y simpáticos niños que han dispuesto jugar al tiro al blanco… conmigo.
Pienso en reclamarle al padre pero, al girar mis ojos, éstos quedan a la altura de su ombligo… parece el estuche de Shaquille O’Neill…
Siento como si me hubiese encogido.
Tal vez si me pusiera galera y zancos lograría que me viera…
Haré la gran Pablo Echarri y… Resistiré.
Para la presentación de The Ultimate Adventure, Corea eligió a los músicos de Touchstone: Tom Brechtlein en batería, Rubem Dantas en percusión, Carlos Benavent en bajo, el flautista Jorge Pardo y Auxi Fernández en baile flamenco más el legendario Hubert Laws como invitado en flauta. Banda con la que se encuentra ofreciendo una extensa gira mundial.
Ya están en el diminuto bla bla bla…
Inician con Moseb, the Executioner. Aquí podremos apreciar las características básicas de este nuevo disco: fusión impregnada de flamenco e influencias musicales del norte de África, precisos y vertiginosos arreglos y un gran nivel de ejecución… o sea... bastante parecido a lo que se puede esperar en la actualidad de la música de Chick Corea.
La intro en percusión del híper-gestual Rubem Dantas abre el juego a una sólida intervención de Corea en piano Fender que deriva en un brillante contrapunto con la flauta del siempre sobrio Jorge Pardo. Esta versión es mucho más extensa que la original y merecedora de los aplausos recibidos…
Sigo con algunos problemitas…
Ahora los inquietos niños están jugando una carrera de obstáculos. El obstáculo soy yo… el hombre montaña sigue ignorando la situación y esto último me incluye…
¿Le dije que The Ultimate Adventure se basa en la novela de ciencia ficción que escribiera L. Ron Hubbard en 1939? Hágame acordar…
Seguimos con Queen Tedmur, otro típico exponente de la música de Corea. De Chick Corea… aclaro porque… usted entiende, ¿no? Hay gente que confunde…
Ya está en el escenario Hubert Laws. Corea pasó al piano acústico y…
Los pequeños monstruitos están entretenidos jugando al fútbol con un zapato… el mío. Pienso en tomar una decisión heroica pero el Himalaya humano percibe el peligro y se retira del lugar. Disimula su temor aparentando ignorarme por completo… Lo cierto es que se salvó de que le propinara una mortal mordedura en los tobillos.
¿Y Queen Tedmur? Bien. Otra versión que supera los quince minutos en los que se lucirán las flautas de Laws y Pardo, el vehemente Carlos Benavent en bajo y por supuesto Corea, que en piano acústico es implacable.
El show continúa con Three Ghouls, también de The Ultimate Adventure. Una compleja pero atrapante introducción en piano acústico deja paso a una serie de contrapuntos en los que se destaca la flauta de Pardo. Corea pasa a los teclados electrónicos y su intervención es matizada por un cauto Brechtlein en escobillas. Luego se suma el menos cauto Dantas en percusión. Un intermedio en los que público y músicos baten palmas, deja paso a un final intenso que arranca otra ovación. Luego de ser arrancada… la ovación muere.
Los hijos del Obelisco ya no están y uno de mis zapatos tampoco… Sostengo mi honorable posición con victoriosa gallardía y… semi-descalzo.
Llega King and Queen. Ya no está Hubert Laws en el escenario pero en su lugar ingresa la mucho más sabrosa Auxi Fernández en baile flamenco. Brillante Corea en piano acústico. Categórico Benavent en su solo. Y Pardo, que parece recién salido de un tablao madrileño, se siente como en su casa y festeja con una apasionada performance en flauta. Aplausos y ¡olé!
La estamos pasando muy bien. Incluso recuperé mi zapato y si logro quitarle la goma de mascar que le pegaron por dentro, hasta puedo volver a calzármelo.
Llevamos más de una hora de concierto.
Corea, que entre tema y tema dialogó con el público distendidamente, convoca a Laws y Fernández al escenario. Se acerca el final y, fuera de programa, empalman el Concierto de Aranjuez con el clásico del pianista, Spain, del álbum Light as a Feather de 1973, en fogosa versión.
Final y ¡olé!
Y que viva la madre patria y la hija que está buenísima…
Y que viva la Real Academia española y la de Avellaneda también…
Y que salga el toro y que entren los cuernos…
Y que me gusta la guasa y el pitorreo.
Y que… que llamen a un cardiólogo …
My Spanish Heart ya no es el mismo de hace treinta años.