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Reproductor de música

viernes, julio 07, 2006

Chano Domínguez

Artículo de Adolfo Marchena (con la aportación de Justo)


Sebastián Dominguez Lozano, nacido en Cádiz en 1960 y conocido como Chano Domínguez, afirma que tiene tanto amor a la música que lo primero que hace cada mañana es irse al piano. Comenzó tocando rock en los años 70 con el grupo Cai y dice seguir haciendo lo mismo, bajo la influencia de grupos como Yes, Jetho Tull o Génesis. Pero Chano se convertirá en un músico de jazz captado por el flamenco. "No es fruto de un pensamiento meditado, sino la influencia de una situación geográfica y social. Me siento un músico de jazz que ha crecido en Cádiz, con el flamenco, pero la música con la que sigo experimentando y por la que me siento atraído es el jazz, que siempre me ha cautivado". Y encontramos en sus influencias jazzísticas a personajes como John Coltrane, Bill Evans, Charlie Parker o Thelonious Monk.

Chano ya tenía formación flamenca ya que su primer instrumento fue la guitarra, que aprendió a tocar de oído. En el rock, se atrevió con los teclados hasta desembarcar plenamente en el flamenco con su Chano Domínguez Trío, si bien había colaborado antes con artistas como Paco de Lucía, Potito o Juan Manuel Cañizares.

Su logro es la integración entre los ritmos y el lenguaje del jazz y el flamenco. Con su piano ha interpretado tango, tanguillos, alegrías, compás de bulerías, fandangos, bulerías... pero abordados con una estructura de jazz tradicional. No confundiendo, y en ello admitimos las palabras de Justo, cuando afirma que abarca todo género dentro del jazz, si bien, como el mismo Chano afirma: "¿El duende? Sí creo en él, pero tiene que venir currando. No hay nada mejor que el trabajo diario". Y cuando mencionamos la palabra duende irremediablemente recordamos a Camarón. Un Chano que del mismo modo viaja por todo el mundo dando a conocer su jazz con acento andaluz, encumbrándole. Enamorado de Paco de Lucía (Es una fuente inagotable de inspiración, y es el mayor bastión de nuestra música, dijo de él). En una colaboración junto a Paco hace dos años, este detalle lo conozco a través de Justo, quien lo presenciara, Chano salió al escenario de una manera cohibida, como elogiando, diríamos, cuando el propio Chano, en su humildad, no dejando de crecer día a día, cuenta en su lista de colaboradores con musicos de la talla de Enrique Morente, Estrella Morente, Michel Camino, Martirio, Ana Belén, Carles Benabet...

Con Martirio presentó el album Acoplados, grabado con su grupo, Bib Band y la Orquesta de RTVE, bajo la dirección de Adrián Leaper, reuniendo algunos de los títulos más importantes de la copla con la estética del jazz. Según Martirio: "con este trabajo se pretende aportar una lectura más y una nueva visión a temás clásicos de la música popular española del siglo XX". Ya en el año 1997 habían grabado juntos Coplas de Madrugá. Fernando Trueba (Chano participó en la película Calle 54)afirma que es Chano Domínguez quien ha situado a España en la historia del jazz.

En su discografía encontramos Chano (descatalogado), Hecho a mano (1996), Chano Domínguez en directo (1997), Iman (2000), Tú no sospechas (2000), con Marta Valdés, Oye como viene (2003), Mira como viene (2003) o la mencionada Acoplados, entre otros, además de diversas colaboraciones como Flamenco lo serás tú (Tino di Geraldo) o Algo para nosotros (La barbería del sur). Un autor que se considera un buscador, una especie de músico minero, razón por la que sigue en la música, ante lo cual le gusta de cambiar de disco en disco, a fin de no "convertirse en una caricatura de si mismo". Ha llegado a tocar con nombres del jazz actual como Wynton Marsalis, Jerri Domínguez o Giovanni Hidalgo, si bien confiesa le gustaría tocar junto al famoso contrabajista Charlie Haden, habitual de Pat Metheny y Michael Brecker. Ya en 1995 colaboraría con Markus Stoxkhausen en Sol Mestizo.

Y dentro de este bagaje musical, de este recorrido, Chano nos indica con su humildad, como si se tratara de un jardinero que poda un rosal que "el jazz es irrepetible en el momento, suena diferente cada día, porque transmite cómo estás, por la cuestión mágica e improvisada que aportas como músico".


Imagen: Chano Domínguez

Diego Amador. El aire de lo puro



A DIEGO AMADOR le conocen también como El Churri en el ambiente flamenco y en su barrio, el Polígono Sur sevillano, donde se ha grabado gran parte de este "El aire de lo puro". Diego es músico las veinticuatro horas del día y un perfeccionista que se encuentra mejor en el estudio de su casa que en cualquier otro lugar. Hablando de raíces, DIEGO AMADOR las tiene allí, en las llamadas 3000 Viviendas. El epicentro de muchos de los movimientos que han agitado el flamenco en los últimos años está concretamente en la casa de los Amador, donde Churri creció viviendo de cerca las peripecias de sus hermanos Rafael y Raimundo (a.k.a. Pata Negra) y su curiosa relación con el éxito.

El futuro de DIEGO AMADOR se decidió el día en que su padre apareció en casa trayendo un viejo órgano Hammond. Diego no lo dudó un instante, se sentó en el taburete, acarició el teclado y se puso a tocar ... por bulerías. Luego llegaron sus comienzos como profesional acompañando a sus hermanos, la Susi, Tomatito, el guitarrista argentino Luis Salinas, etc. Su primer disclo -el muy apreciable "Patita Negra", producido por Ricardo Pachón- ya denota su pasión precoz por el jazz. Cuando toca jazz Diego parece que lo está inventando como ocurría con sus hermanos cuando tocaban rock y blues.

Aún así DIEGO AMADOR es puro flamenco y es a esta música incomparable a la que hizo juramento de fidelidad eterna sobre el altar del arte apadrinado por Euterpe, Polimnia, Terpsícore, Pastora Pavón y Fernanda de Utrera. Nada hay de casual en su trabajo que persigue el objetivo de tantos músicos jóvenes en los últimos tiempos: convertir el cante y el toque de los gitanos andaluces en la gran música flamenca universal. Churri es el músico mejor dotado de su generación para provocar un salto cualitativo en esa evolución.

Todo esto se percibe en "El aire de lo puro". DIEGO AMADOR recoge influencias de toda la música flamenca de los últimos lustros, la de los Paco de Lucía, Carles Benavent, Juan Manuel Cañizares y, por supuesto, Pata Negra. Enamorado de la guitarra, consiguió atraer al estudio a dos de sus guitarristas preferidos: el "manús" francés Birelli Lagrene y el catalán Jordi Bonell. Las letras de las canciones son de su amigo el escritor Carlos Lencero y también colaboraron grandes "jazzmen" latinos como Jerry González y Jorge Pardo junto a uno de los cantaores con más tirón en la actualidad: Dieguito el Cigala. Además de tocar casi todo Diego aporta su pureza y su soniquete, auténticas marcas de la casa, y su apabullante ambición, exigencia y profundidad.

Bulerías, seguiriya, soleá, taranta, tangos..., sí, pero también jazz-punk-fusión. Todo en "El aire de lo puro" es fresco y valiente. DIEGO AMADOR camina decidido por el sendero de la tradición hacia la gloria del flamenco y desde aquí le decimos"DIEGO AMADOR (antes Churri), estamos contigo".
















El flamenco es universal: Chick Corea & Touchstone



CHICK COREA & TOUCHSTONE. RHUMBA FLAMENCO

El flamenco es universal

Chick Corea & Touchstone. Chick Corea: piano y teclados. Jorge Pardo: saxo y flauta. Carles Benavent: bajo. Rubem Dantas: percusiones. Tom Brechtlein: batería. Festival de Jazz de Madrid 2005. Centro Cultural de la Villa. Madrid, 5 de noviembre de 2005. 21 horas


Chick Corea y Carles Benavent (Foto: Daniel Muñoz)

Y aquí la constatación. Mucho se lleva hablando de la universalización del flamenco, pero sorprende una evidencia tan clara. Chick Corea, enamorado desde hace mucho de este género, lleva cerca de dos años compartiendo proyecto musical con tres de los artífices de lo que se ha venido a llamar flamenco jazz (o viceversa) y durante décadas ‘partenaires’ de Paco de Lucía: Jorge Pardo, Carles Benavent y Rubem Dantas. Con ellos comparte el lenguaje del jazz y, con la misma naturalidad, el lenguaje del flamenco. Y es lo impactante de la experiencia. Tras recorrer Europa y América, dejando entre tanto grabado un disco en directo y otro en estudio, la banda pasó por el Festival de Jazz de Madrid, provocando el éxtasis entre la asistencia.

Y eso que el pianista norteamericano optó por presentar, no ya el repertorio ‘Rhumba flamenco’, sino el nuevo ‘Arabian nights’. Aún así, el flamenco fue llegando poco a poco. Primero se dejó asomar en las mágicas melodías de Jorge Pardo, después en algunos giros del soberbio bajo de Carles Benavent, más adelante en el compás marcado por Rubem Dantas... y al final desembocó en una original fiesta por bulerías a la que vinieron a participar al baile Tomasito y Auxi Fernández.


Jorge Pardo, Tom Brechtlein y Rubem Dantas (Foto: Daniel Muñoz)

A todos ellos Chick Corea los dejó hacer y relumbrar cada uno por su lado, disfrutando de sus “amazing genius partners”. Así hasta que los llamaba a confluir... y confluían. El concierto fue todo un disfrute, una conversación cálida y fresca, libre y con tantos toques de genialidad que casi saturaba la percepción. La eclosión se produjo, eso sí, cuando entró en escena el flamenco a cara descubierta con los tangos ‘King and queen’. Empiezan con simples palmas y pitos, hasta que todos se juntan en un viaje que acabará dejando protagonismo al mano a mano entre piano y flauta, y al mano a mano entre bajo y batería. La entrada en escena de la bailaora Auxi Fernández, integrante de la compañía de Sara Baras, revolucionó al público y al propio Chick Corea: “Mamma mia! Nice, eh?”. La siguiente dosis de aflamencamiento la empezó Carles... rasgueando. Los demás se incorporan en pequeñas dosis, cabalgando como por jaleos. Y allá que viene Tomasito con su particular modo de entender el baile y el compás a ‘distraer’ a los instrumentistas. Auxi hace revolotear sus brazos junto al piano. Y la música suena casi sin sonar.

Ya no hay disimulos. Bulerías. Palmas a compás en el patio de butacas. Solo de batería. Pieza sui generis, de recortes, de inspiraciones, de tensión. Ni Falla se lo quiere perder. La ovación en pie pide bis. Y hay bis cuando pasan ya las dos horas de concierto. Rubem Dantas toma la posición central y se hace un impresionante solo de kalimba. Un poquito de piano más un poquito de flauta... y todo listo para la fiesta. ‘Spain’ en todo su esplendor, con su poquito de ‘Concierto de Aranjuez’ y su mucho de juego entre los músicos. Los bailaores vuelven a escena rematando la faena de los Touchstone -que significa piedra de toque- a ritmo flamenco jazz latino. ¡Qué bien le sienta a Chick Corea hablar flamenco!


Chick Corea, Carles Benavent, Jorge Pardo, Tomasito, Rubem Dantas,
Auxi Fernández y Tom Brechtlein (Foto: Daniel Muñoz)

Jazz latino y Flamenco

Por Daniel Muñoz. Fotos y vídeo cortesía de Canal+ España

Información tomada de Flamenco-World:
http://www.flamenco-world.com/artists/tomatito/elatin.htm



La relación de Michel Camilo y Tomatito ya tiene solera; el pianista, nacido en la República Dominicana, conoció al guitarrista en la España de los años 80. Camilo producía a Ketama y ellos le presentaron a Tomatito. A partir de entonces, se sucedieron los conciertos, hasta un total de 60, buscando la compenetración en vez de la competición.

Fernando Trueba, director de cine, siempre ha declarado públicamente su amor por la música, hoy en día vive un momento de su carrera profesional en que se puede permitir entrelazar su profesión de cineasta con algunos caprichos musicales exquisitos. En el 2000 ponía en marcha junto a otros socios "Lola records", una compañía independiente que editaba como primer título de su catálogo discográfico "Spain", una grabación de un dúo inusual de guitarra flamenca y piano, dos instrumentos que no son colaboradores habituales, pero que en manos de Michel Camilo y Tomatito sonaban a dos viejos amigos en perfecto entendimiento. El disco contiene canciones que ya habían sido interpretadas en muchos escenarios, una música viva, virtuosa y de difícil clasificación a la hora de ubicarla en las estanterías de las tiendas. Predomina un fuerte sabor latino en ritmos y melodías y se juguetea con el jazz y el flamenco con libertad, escapando de normas y de academicismos.

El director de cine abordó ese mismo año un proyecto más romántico que comercial, el rodaje de una película documental, "Calle 54", con impresionantes actuaciones en directo de músicos de jazz que se inspiran y parten de las músicas latinas (y al revés). También hay lugar en esta película para el flamenco, un pianista de Cádiz, Chano Domínguez, acompañado por el contrabajista Javier Colina y con el baile de Tomasito, es presentado como el puente natural entre el flamenco y el jazz. En esta ocasión, Michel Camilo, nacido en la República Dominicana y con formación clásica y jazzistica, es uno más de los grandes nombres del jazz latino que componen "Calle54". Un casting con Tito Puente, Paquito de Rivera, Jerry Gonzalez, Chucho y Bebo Valdés llevan al espectador a un viaje a través de sus diferentes estilos. Estrenada en el 2000 pasa pronto al circuito de vídeo. El público amante de la música es tan escaso en los teatros como en los cines.

Octubre del 2000, Michel Camilo y Tomatito actúan cinco días en "Blue note" de Nueva York, histórico local del jazz en el que se presenta por primera vez un músico de flamenco. "Canal +" acompaña a Tomatito en este viaje, desde el jardín de la casa de Tomatito en Almería hasta el club de jazz. El documental muestra decenas de momentos de estos días, pero sobre todo refleja el sentir compartido de dos músicos de impresionante curriculum que dejan sus egos apartados a un lado para vivir la búsqueda de una comunicación musical más allá de la cultura de cada uno.

Flamenco y Jazz, esas músicas de raza

"La música que no tiene sonidos negros no tiene pellizco". La leyenda atribuye esa frase a Manuel Torre hacia comienzos de siglo. Al flamenco y al jazz, esas músicas de raza, se les ha relacionado en muchas ocasiones gracias a aproximaciones telúricas y al hermanamiento de esos sonidos negros, aunque en la mayoría de los casos los parecidos sean poco menos que remotos.

Se dan ciertas cualidades entre los antecedentes de ambos estilos y es significativo en el blues, con el que se pueden establecer paralelismos de factores sociales e incluso espacio-temporales. "El flamenco es como nuestro blues", afirmaba Miles Davis cuando grababa "Sketches of Spain". Así que no resulta estrafalario elucubrar sobre algunas similitudes y diferencias, además de la obligada mención a los principales artífices de estos avecindamientos. No obstante, una tercera cita nos pone sobre aviso, y más si quien la dice es Paco de Lucía: "En el Jazz hay que pensar, en el flamenco no".

Entrevista con Chano Dominguez, el maestros de los maestros del piano en el jazz-flamenco

http://www.tomajazz.com/perfiles/chano_dominguez.htm

Una entrevista con Michel Camilo

http://www.el-mundo.es/encuentros/invitados/2005/12/1815/

La web de Michel Camilo, un crack

http://www.michelcamilo.com/welcome.html

Cruces sonoros de la interculturalidad

El mestizaje musical ha marcado a fuego el inicio de este tercer milenio, incardinando al flamenco en la nueva cultura mundial. Esta dialéctica entre géneros, manifestaciones y mixturas sonoras ha afectado también al jazz flamenco, subgénero que en los últimos años se ha reavivado en registros fonográficos, colaboraciones o masterclasses. Una constatación científica lo explica: la interculturalidad como elemento transformador de las corrientes artísticas. Como quiera que sea su génesis, esta de la transnacionalización musical incluye tanto la estandarización de los discursos, como el intercambio prolífico de simientes. En el plano del jazz flamenco, este mestizaje ha posibilitado cruces e interacciones de brillante factura y talentosa creatividad, como demuestra la bullente actividad de músicos como Chano Domínguez, Gerardo Núñez, Jorge Pardo, Jerry González...