INDIALUCÍA
Donde Oriente se encuentra con Occidente
por Miguel CZACHOWSKI
Alrededor del siglo IX AC, por motivos aún desconocidos, miles de habitantes del Noroeste de la India (territorio hoy día ocupado por Pakistán y la región del Punjab) empezaron a emigrar hacia el Oeste. En Persia se dividieron, una parte viajando a través de Palestina, Egipto, Libia, Túnez, Algeria, Marruecos y el estrecho de Gibraltar, para llegar finalmente, ya con el nombre de gitanos, al Sur de la Espana morisca. En esta región, conocida como Al-Andalus, varias culturas coexistieron durante cientos de anos. Era el único lugar donde Gitanos, Judíos, Católicos y Musulmanes vivieron juntos durante largo tiempo. Cada grupo tenía sus propios hábitos, música e instrumentos. Después de muchos anos, a principios del s. XIX, debido a la influencia mutua y a la mezcla de todos estos elementos, un misterioso y expresivo tipo de música emergió. Hoy día es conocido con el nombre de Flamenco.
El Oriente Medio, y sobre todo la India, representan la cuna de la cultura y el lenguaje de la mayor parte de Europa. Los habitantes de la franja norte de la India constituyen la más antigua civilización del mundo, junto con Egipto, Mesopotamia y China. Fue justamente allí, en el valle del Indo, donde las primeras religiones, primeras leyes y primeros instrumentos y notaciones musicales aparecieron. En el libro más antiguo escrito en India, alrededor del 2000 AC, aparecen mantras cantados en honor de los dioses, basados sobre una, dos o tres notas, las cuales, con el tiempo, se transformaron en una escala heptatónica. Las siete notas de dicha escala (ya popular en el 350 AC) recibían el nombre de Sa, Re, Ga, Ma, Pa, Dha y Ni, permaneciendo así hasta el día de hoy. La escala india era más rica que ninguna otra por estar compuesta de cuartos de tono, es decir, notas intermedias entre los semitonos, dando como resultado 22 cuartos de tono ("shrutis") en una octava. Los cuartos de tono en música india están presenten sobre todo en los ornamentos melódicos. Aún así, pueden también formar parte de la melodía propiamente dicha, haciendo que un cantante o instrumentista parezca desafinar a oídos de una persona acostumbrada puramente a la música Europea.
En algún momento entre el s.II y el s.V, el primer libro consagrado al arte fue escrito: Barata Natya Shastra. Contenía una detallada descripción de la música vocal e instrumental, además de la danza. Según el libro, la base de la música está constituida por la raga, es decir, una melodía basada en una escala de al menos cinco notas y tocada siguiendo tanto unos principios como unos sentimientos específicos. En el libro aparece una lista de seis ragas, cada una de ellas con sus posibles variaciones. Convirtiéndolas al sistema europeo de notación, y asumiendo que la primera nota de la escala es el sonido Do, estas seis ragas son las siguientes:
Bhairav - Do, Reb, Mi, Fa, Sol, Lab, Si, Do
Shri - Do, Reb, Mi, Fa#, Sol, Lab, Si, Do
Malkauns - Do, Mib, Fa, Lab, Sib, Do
Hindol - Do, Mi, Fa#, La, Si, Do
Deepak - Do, Reb, Mi, Fa#, La, Si, Do
Megh - Do, Re, Fa, Sol, La, Do
El siglo VI DC fue el momento en el que se establecieron los cánones para la música y las artes. Estos cánones son válidos aún hoy día y dieron lugar al desarrollo de la música clásica basada sobre el sistema de las ragas y de los ritmos que los acompanaban. La música india empezó a desarrollarse más y más rápidamente, y buenos músicos comenzaron a ser más apreciados y buscados por los regentes. La cultura musical influyó también otros países; brahmines indios la introdujeron en Persia y Arabia, diseminándola así en Occidente. Simultáneamente, la música árabe penetró en Andalucía, en ese momento ocupada por los árabes. El primer regente de Al-Andalus, Abd ar-Rahmán I, invitó a su corte músicos árabes, quienes trajeron consigo poesía, canciones e instrumentos musicales tales como flautas, tambores y el laúd árabe (Oud). En el 822, un poeta y cantor vino desde Bagdad a Córdoba. Su nombre era Abu al-Hasan Alí ibn Nafi, conocido con el nombre de Zyryab (un pájaro negro). Este hombre, de talento inconmensurable, jugó un papel clave en la educación musical de todo el Al-Andalus, estableciendo una academia, introduciendo un sistema árabe-persa de notación musical y entrenando a más de 10.000 músicos.
Pronto, durante las primeras incursiones de musulmanes en el norte de la India, su música comenzó a influir aquélla india. Cantantes e instrumentistas persas enriquecieron la ya existente tradición musical con sus nuevos elementos e instrumentos, creando nuevas formas musicales. Una de ellas fueron los "qawwalies", canciones compuestas para honrar a Dios. El desarrollo musical en India alcanzó su esplendor durante el reinado de Allaudin Khilia en el siglo XIV. Amir Khushro (1254-1324), ministro de un Mughal sultán, era un gran poeta, músico y experto en música india, persa y árabe. Lo que él hizo por la música no puede ser equiparado a nada hecho antes o después de su tiempo. Introdujo numerosas ragas y ritmos y, sobre todo, a él se le atribuye la creación de dos nuevos instrumentos, que hoy día constituyen la base de la música indostánica: el sitar y la tabla.
FORASTEROS DE INDIA
La invasión musulmana y subsecuente división en castas por parte de ellos en las regiones ocupadas hicieron que parte de la población abandonara el país. La mayoría pertenecía a las castas más bajas Shudra o Chandala. Se desconoce por qué y cuándo tuvieron que abandonar la India y los antropólogos e historiadores se debaten entre varias posibles hipótesis. Sea como fuere, una parte emigró al principio del s. XV, después de Mughal invasión llevada a cabo por Tamerlán el Grande, quien tomó posesión del territorio noroeste de la India. Esta gente podría haber emigrado ya desde el s. V desde la región del río Indo. Una de las epopeyas persas del s. XI relata como el rey Behram Gour (420-438) pidió a un rajá indio, Shakal, que le enviara músicos a su corte con la finalidad de animar a los alicaídos persas. El rajá le envió 10.000 músicos de ambos sexos llamados Luris, capaces de tocar instrumentos de cuerda, cantar y bailar. Pero más tarde, al ser forzados a dedicarse también a la agricultura y no aceptar, fueron expulsados de Persia, dirigiéndose hacia occidente.
A su paso por los diferentes países que atravesaron, las caravanas de nómadas indios absorbieron elementos de las culturas de dichos lugares. Cuando llegaron a Espana, su lenguaje, danza y cantos eran aún similares a aquellos traídos desde la India. Las primeras tribus de gitanos se asentaron en Andalucía durante el reinado de Abd ar-Rahmán III, en el s. X. En un principio demandaron ser peregrinos de Egipto, haciendo penitencia por sus actos. El segundo grupo de gitanos, viajando a lo largo de la ruta norte que atravesaba Afganistán, Bizancio, Armenia, Grecia, Serbia, Alemania y Francia, llegaron a Espana en 1425. Ambos grupos de gitanos se encontraron en la península, aunque ya no eran la misma gente. Debido a la asimilación de elementos de los países por donde pasaron, su cultura, música, lenguaje y hábitos cambiaron considerablemente.
GITANOS FLAMENCOS
Hoy día sabemos que el flamenco se originó entre los gitanos de Andalucía. Ellos crearon la música, que no es similar a ninguna música gitana de otros países europeos. No trajeron consigo a Espana nada que se asemejara al flamenco, ni tampoco se han encontrado trazas de esta música en ninguno de los países por los que pasaron. Entonces, por qué fue creado el flamenco en Andalucía y en ningún otro país si todos los gitanos provenían de la misma parte del mundo?
Cuando las primeras tribus de gitanos llegaron a Andalucía, se encontraron una ya altamente desarrollada cultura musical. Los gitanos la adquirieron muy rápidamente, interpretándola a su propia manera. En tres siglos extrajeron de esta mezcla de culturas algo que más tarde se denominaría flamenco.
La creación de la danza y el cante flamencos estuvo influida no solamente por las culturas preexistentes, sino también por su temperamento, su manera de vivir y su situación social. En Andalucía, en pequenos y blancos pueblos de montana, a los pies de viejos y decadentes fuertes moros, los gitanos encontraron gentes que eran similares a ellos. Estos eran Judíos y Moriscos. El sentimiento de lazos mutuos o algún tipo de familiaridad se fortaleció cuando, en algún momento entre el s. XV y el s. XVIII, se introdujeron las primeras regulaciones concernientes a los gitanos. Los gitanos, privados de sus derechos, tuvieron que enfrentarse a los mismos sufrimientos, pobreza y persecuciones que los judíos y los moriscos, a cuyo grupo social pertenecían y con los que se entremezclaron. Este sufrimiento y dolor se vio reflejado en los temas y el carácter de las formas primarias de las canciones flamencas. De la misma época, es decir, del final del s. XVIII, proviene la primera mención de música flamenca.
Eran canciones de Jerez de la Frontera, cantadas por un gitano llamado Tío Luis el de la Juliana. Algo que no era aún llamado flamenco sonaba sólo a la luz de los hornos de los herreros o en casa de los gitanos. Estos eran un pueblo que amaba el cante y el baile desde hacía siglos, aunque aún hoy no somos capaces de decir qué melodías provenían de sus casas y cuevas antes de la mitad del s. XVIII. Por los dibujos conservados de esta época sabemos que, antes de la introducción de la guitarra, la labor de acompanamiento estaba reservada al tamborín, castanuelas, violín, martillo y yunque, además de las palmas.
Gradualmente, las canciones gitanas empezaron a abandonar las herrerías y entraron en las calles, pequenas tabernas y patios de vecinos. Al lamento de un herrero acompanado por el yunque se le llamó Martinete, a un canto a la soledad Soleá, al lamento de un prisionero Carcelera. Lo que previamente había jugado un papel muy místico y personal, a veces incluso religioso, se convirtió en parte de la cultura de todos los gitanos. Estos empezaron a apreciar más y más los cantes y danzas, creando nuevas formas y aportando rasgos y melodías propias. Más tarde una sexta cuerda fue anadida a la guitarra, haciendo de ésta un instrumento de acompanamiento más. Cantar en las tabernas se convirtió en un tipo de ritual y tradición, al punto que algunas tabernas se centraron exclusivamente en la música. Los gitanos estaban asociados con canto y baile, y su manera de vivir y de hacer música se convirtió en el tema de numerosos poemas y textos dramáticos.
Bastantes anos más tarde, el flamenco se difundió repentinamente en toda Espana, y era tocado no sólo por gitanos sino también por los payos (no-gitanos) de Madrid. A mediados del s. XIX existían numerosas tablaos flamencos donde cada noche los flamencos actuaban. Muchos artistas nuevos empezaron a aparecer y el flamenco se convirtió en un arte en todo el país. Los 50 anos siguientes vieron nacer la mayoría de las canciones, música y formas de danza que se conocen hoy en día. El cante empezó a ser apreciado por miembros de las clases más elevadas, los cuales comenzaron a asistir a conciertos. La que en otro tiempo constituyó una forma íntima de expresar emociones a través del cante, música y baile, se convirtió en una manera de ganarse la vida, lo cual dio lugar a una situación en la que los artistas podían enfocarse en su propio desarrollo artístico, creando así nuevas formas a la vez que un estilo propio. La segunda mitad del s. XX fue la época en la que este arte floreció y hoy día es la música étnica más popular en todo el mundo, contando con miles de admiradores de todos los continentes así como inspirando a numerosos músicos.
GITANO - O INDIO?
Tras abandonar la India, los gitanos mantuvieron los rasgos de su lengua materna. Hoy día su dialecto se asemeja al Hindi, Pali y Punjabi, lenguajes derivados del Sánscrito y usados en los territorios del Hindustán, Punjab y el reino de Sindh. Muchas palabras tomadas de los países por donde los gitanos pasaron son una prueba de sus andaduras.
Su apariencia, con su pelo negro, tez y ojos oscuros, era extremadamente similar a aquella de los habitantes del valle del río Indo, en el Hindustán central y occidental. Una crónica del s. XV dice de ellos: "...eran delgados, de piel oscura y comían como cerdos. Sus mujeres vestían faldas, con telas colgadas de las mismas, y tenían pendientes extremadamente ornamentados...". Aún hoy día los habitantes de dicha región son delgados, de piel oscura y comen con los dedos (aunque esto último es una costumbre de muchas razas y mayormente una cuestión de conveniencia). Un rasgo característico de un vestido del Punjab - llamado punjabi - es un chal cenido a la cintura, en el cual las mujeres gustan de llevar joyería ornamentada. Así, los gitanos con un origen indio fueron convirtiéndose gradualmente en espanoles y su individualidad fue desapareciendo paulatinamente. Hoy día los gitanos andaluces hablan espanol, y sólo permanecen algunas palabras y expresiones del antiguo lenguaje de los gitanos espanoles, llamado Caló, Zincalé y Romaní, aunque curiosamente se usan de acuerdo con la gramática espanola.
MÚSICA INDIA Y FLAMENCO
La música india no exhibe armonía, contrapunto ni acordes, estando basada claramente en la melodía y el ritmo. La tradición musical de la India, que a pesar de su larga existencia nunca desarrolló esos elementos (típicos de la música europea), generó ritmos extremadamente complejos y cientos de escalas desconocidas por los músicos europeos. Los esquemas rítmicos de esta música son probablemente tan difíciles de aprender por un europeo como lo puedan ser la polifonía barroca o la armonía de jazz para un indio. Sea como fuere, un rasgo característico tanto del jazz como de la música clásica india es la improvisación, que constituye el 90 % de la actuación de un artista.
Un tema recurrente y sus improvisadas variaciones están presentes en la creación musical de los dos estilos. En cuanto al ritmo y la expresividad, la música india se parece en gran medida al flamenco. El ritmo, que junto a la melodía constituye la base de una composición, representa un tema en sí mismo sobre el cual improvisar. Acentos distribuidos de manera irregular dentro del ciclo rítmico requieren un gran sentido del ritmo por parte del músico. Partes rítmicas extremadamente dinámicas en diálogos entre los instrumentos melódicos y los de percusión se asemejan a los diálogos entre la guitarra y el zapateado de un bailaor o el cajón. En este caso el artista hace uso de una serie de patrones preconcebidos o puntos en los que ambos músicos interrumpen la frase de una manera idealmente sincronizada. Tales trucos rítmicos producen una gran impresión en los oyentes, que expresan su admiración con exclamaciones tales como "kia bat he", "uaa" o "allah" (directos equivalentes del flamenco "ole"), animando con ellas a los artistas. Una forma extremadamente dinámica del flamenco, llamada bulería, contiene elementos tales como expresión, virtuosismo instrumental y un fuerte sentido del ritmo, que en la música india están presentes en las partes más rápidas de una raga. Las formas más libres del flamenco, privadas de ritmo, tales como martinetes, tarantas, granainas o saetas, se parecen al alap, primera parte de una raga, tocada ad libitum y con un carácter profundamente místico.
Uno de los ritmos más antiguos establecidos en la música india fue el llamado ektal, con una estructura de 12 pulsos. En flamenco, el compás básico y fundamento de la gran mayoría de las formas, exhibe la misma estructura. Los únicos factores que lo hacen diferente a la música india son las acentuaciones y el fraseo. Un músico indio normalmente comienza y termina sus improvisaciones junto con el primer pulso del ciclo, enfatizándolo y dando así al oyente un punto de referencia desde el que poder seguir el ritmo. En flamenco, y especialmente en su versión más moderna, la frase sincopada o acentos caen entre los pulsos de un compás, siendo la intención del artista la de sorprender al oyente, este último disfrutando con ello sobremanera.
El cante flamenco, siendo de origen oriental, está basado sobre todo en tres escalas, las cuales son muy populares en la música india. Por ejemplo, seguiriyas, bulerías, tarantas, soleares o tangos están basados en las ragas bhairavi, bhairav y bhasant mukhari. Los melismas y portamentos usados en la música india son muy cercanos a los del flamenco, aunque mucho más complejos en la primera. El registro melódico en el flamenco raramente sobrepasa los límites de una sexta, mientras que en el canto indio el registro depende de cuánto puede abarcar el cantante, llegando a veces a cubrir tres octavas. Similitudes con canciones flamencas se podrían encontrar también en el canto de qawwalis en Pakistán, donde el cantante parece casi gritar, con voz ronca, los versos de una canción.
En la forma actual de danza flamenca podemos encontrar ciertas similitudes con el estilo de danza kathak del norte de la india. Los elementos que se asemejan a la danza de los gitanos andaluces son los movimientos de los brazos, palmas y dedos, así como el zapateado, elemento típico en estos tipos de danza. En ambos estilos el baile es efectuado normalmente por una sola persona y está fuertemente ligada a la música y el ritmo. En el flamenco un bailaor esta acompanado por una guitarra, cante, palmas y un cajón, mientras que en kathak, además del canto, hay tabla, pakhawaj, sitar, sarangi o flauta. El kathak se baila descalzo, y el ritmo está marcado por unos cascabeles atados al tobillo del bailarín, así como por un fuerte golpeando del pié contra el suelo. Aun así, el flamenco es mucho más dinámico, a veces incluso agresivo, o incluso de carácter erótico. En el flamenco el cantaor no cuenta ninguna historia y sus gestos no están cargados de significado alguno: sus movimientos y gestos expresan emociones, o enfatizan el significado del texto y el carácter de la melodía que los acompana.
No podemos decir con total certeza que el flamenco tiene sus raíces en India, pero lo que sí sabemos es que un grupo de gitanos abandonó la India. Uno podría preguntarse: si hubieran llegado de China, habría llegado el flamenco a convertirse en lo que conocemos hoy día como tal? Aún en el caso de que estos dos géneros musicales extremadamente interesantes no estuvieran directamente relacionados, uno puede afirmar que lo que es sin duda común a la música india y flamenca es su emotividad, expresión, ritmo, profundidad y sensibilidad.