Copenhague, 12 jul (PL) El guitarrista español Tomatito y el pianista dominicano Michel Camilo fusionaron de nuevo aquí jazz y flamenco, una mezcla que actuó como un elixir paradisíaco sobre más de mil almas vibrantes de entusiasmo.
Ambos triunfaron la víspera en el Festival de Jazz de Copenhague. Durante hora y media la nueva sede del Teatro de la Opera, de la capital danesa, pareció arder inflamada por la música.
Los dos se retaron todo el tiempo, en fraternal duelo artístico, intercambiando guiños y sonrisas como un alerta que preludiaba el próximo reto mientras piano y guitarra se hermanaban o entablaban un duelo para superarse a sí mismos.
El público deliró cuando entraron de lleno en la versión de Spain, de Chick Corea, con Camilo haciendo de las suyas en un piano que se le rendía sin reservas.
Camilo y Tomatito son eclécticos y en su mezcla caben otros géneros como el tango, por ejemplo. Anoche este entró, como por su casa, con Adios Nonino, del quebrantador Astor Piazzolla, al que cada uno aportó los matices de su identidad, la herencia de sus tradiciones, sin afectar la esencia.
Su actuación, a la que precedió otro concierto admirable de Michael Portal y Richard Galliano, cerró por todo lo alto con La vacilona, uno de los grandes temas compuestos por Tomatito. La última joya de una corona que ambos ciñeron, soberanos.
Desde que iniciaron su colaboración a finales de los años noventa, los dos han recorrido el mundo con Spain, ganador de un Grammy al mejor disco de jazz latino.
Ahora repiten la jugada con Spain Again, nacido después de que volvieran a tocar en julio de 2005 en un festival en Holanda.
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