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Información tomada de Flamenco-World:
http://www.flamenco-world.com/jazz/jazz4.htm
"Sketches of Spain" ha sido considerado por muchos como el momento cumbre de la fusión entre flamenco y Jazz; para más mérito, fue la primera tentativa, intensa y ambiciosa, con diálogos y silencios entre orquesta y voz, Firmada por el trompetista Miles Davis y el arreglista Gil Evans, fue una obra grabada a finales de 1959 y comienzos de los 60. Lo que sigue es un relato de su interesante proceso de creación.
Tras la marcha definitiva de Cannonball Adderley de su banda, Miles Davis decide volver a la música modal, pero se encuentra en un callejón sin salida... no le brotan las ideas y necesita tomarse un descanso. Davis comenzó a imaginarse "Sketches of Spain" tras asistir a un espectáculo de bailaores y músicos flamencos en Nueva York, poco después un amigo, en la costa oeste americana, le hizo escuchar el "Concierto de Aranjuez" para guitarra y orquesta de Joaquín Rodrigo. El trompetista no pudo después quitárselo de la cabeza: "Maldición, estas líneas melódicas son fuertes", ponderaba en su autobiografía. Anteriormente había tratado de pasada la música española en los temas "Blues for Pablo" (1957, del Lp "Miles ahead") y "Flamenco sketches" (1959, "Klnd of blue") y ahora se disponía a interpretar una música ajena junto a su inseparable Gil Evans, quien afirmó que "tanto Miles como yo estábamos preparados para la música flamenca y entramos en ella con toda naturalidad". Pero el concepto de "Sketches" no partió de la música española, aunque Evans se encontrara fascinado por ella. Primero se inspiró en los impresionistas franceses, después en Falla y por último leyó libros y escuchó discos de flamenco. Las intenciones expansivas de Evans tenían aquí lo español como excusa, ya que la interacción Davis-Evans poseía una vocación histórica. Ya tenían el "Concierto de Aranjuez". Para buscar la inspiración que les permitiera completar el álbum compraron un disco de Semana Santa y otro de música folclórica peruana (de ahí salió "The pan piper") y agregaron un fragmento de "El amor brujo" de Falla. Al disco se le ha achacado ser producto de la intelectualización, al salir de músicos que lo son más de libros y discos que de viajes y emociones en directo.
En "Saeta" la trompeta hacía la voz de la cantaora, y reconoce que las partes donde había que imitar a la voz fue lo más difícil del disco. "Porque allí tienes todas aquellas escalas arábigas, las escalas afronegras, que se oyen claramente. Y que modulan y se doblan y se retuercen y serpentean y se mueven en derredor".
Gil Evans reorquestó la tonada entera, poniendo en la partitura una especie de microcompases. Todo muy comprimido. "A uno de los trompetistas se le puso la cara de color púrpura por el esfuerzo de tocar una determinada melodía española. Me confesó más tarde que había sido el pasaje más difícil que tocara en su vida". Davis relata sus problemas para indicarles a músicos de formación clásica que no tocaran todo lo que indicaba la partitura; era capaz de pedir algo así a músicos poco preparados para la improvisación. "Lo que queríamos en realidad era, primero, que lo sintieran, y luego que lo leyeran y lo tocasen, pero los primeros músicos no podían hacerlo, de modo que tuvimos que sustituirlos y ésta fue la razón de que Gil reorquestase la partitura".
Todo esto le da pie para teorizar a través de la comparación de este género de músicos con robots, pero fue un disco muy estudiado: tras la batería de Jimmy Cobb y la percusión de Elvin Jones, un coro de tambores. "Lo que descubrí que debía hacer en "Sketches of Spain" fue leer la partitura un par de veces, escucharla un par de veces más y después tocarla. Para mí, se trataba de saber lo que era, y acto seguido podía tocarla. Al parecer funcionó perfectamente, porque el disco gustó a todo el mundo". Menos a Joaquín Rodrigo, precisamente el autor de la obra que le motivó para hacer este disco. Pero su influencia sería decisiva, como explica en la contraportada de su "Flamenco Jazz" Pedro Iturralde, aficionado al flamenco como su pianista Paul Grassi: "Sin embargo fue la aparición de "Sketches of Spaln" lo que convenció al resto de los compañeros de que la fusión del Jazz con el flamenco no sólo era factible sino que el resultado era hermoso, pues aunque se trata de dos culturas diferentes existen muchos puntos en común".
Miles Davis confiesa que cuando terminó el trabajo se había vaciado totalmente, después de tocar tantas dificultades no quería ni oír la música... y no la escuchó hasta que se publicó el álbum, un año después. "Si he de ser franco, sólo la escuché con atención una vez", reconoció. A renglón seguido, el genial e inquieto trompetista se dedicaría a otra música -volvería al flamenco en 1987 junto a Marcus Milier, en "Siesta"-, otro paso más en su increíble trayectoria. Pero sus opiniones sobre el proceso de asimilación deL flamenco son reveladoras.
1 comentario:
si fusilas algo, dilo
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